Hoy no sólo existe ese vivir, como algo que se presenta sin elección a los que seguimos respirando, con o sin dolor en el pecho o en la espalda. Hoy no se trata de vivir, sino de morir. Quizá si la tragedia no perpetuara nuestras vidas en la única pared visible para la humanidad, la de las lagrimas, podríamos entender el hoy no como una especie de vivir desmesurado, sino como un medio natural e inevitable para lograr lo que según Carl Jung se perfila como el objetivo del hombre; la muerte.
Hoy no sólo existe ese vivir, como algo que se presenta sin elección a los que seguimos respirando, con o sin dolor en el pecho o en la espalda.
ResponderEliminarHoy no se trata de vivir, sino de morir. Quizá si la tragedia no perpetuara nuestras vidas en la única pared visible para la humanidad, la de las lagrimas, podríamos entender el hoy no como una especie de vivir desmesurado, sino como un medio natural e inevitable para lograr lo que según Carl Jung se perfila como el objetivo del hombre; la muerte.