lunes, 28 de junio de 2010
IX
martes, 22 de junio de 2010
VIII
sábado, 19 de junio de 2010
VII
A veces me da un poco de tristeza y un poco de miedo cuando voy al supermercado y está lleno
...Soy uno más de los hámsters de la jaula
arrinconados en su gotero de agua
a la merced de los amos...
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Cuando era chiquito
Siempre me sentía bien incómodo
Cuando estaba en la escuela
Y de repente alguien empezaba a hablar de comida
Y seguidamente
Como si fuese una orquesta
Todo el salón —menos yo— empezaba a tener una especie
De abrupto alocado colectivo
—¡Mmmmmmmmm!...
—¡Qué rico!...
—¡Arroz con habichuela, mmmm! Tengo hambre…
Yo me quedaba callado
Viéndolos a todos
No decía nada porque sabía que si decía algo
Me iban a odiar
No lo podía expresar
Pero lo entendía
Estaba rodeado de futuros dementes
Niños a los cuales le estaban lavando el cerebro
Sentado en un salón de una institución desequilibrada
Producto de una sociedad enfermiza
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Creo que desde hace ya pal de tiempo hay un complot,
una campaña maligna en contra del brócoli
Debe de parar ya.
Es suficiente.
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Q. Are carbs bad?
A. NO!... But you MUST understand them.
jueves, 17 de junio de 2010
VI
V
IV
lunes, 14 de junio de 2010
III
Había una vez un surfer retirado. Vivía frente a la playa. El surfer se llamaba Dave. Dave no era viejo, pero ya se había retirado de surfear hacía dos años.
Un día Dave tuvo una pequeña fiesta en su casa para sus amigos surfers. No le gustaban las fiestas pero le gustaba ver a la gente disfrutar. Dave pasó toda la fiesta en el balcón de su casa viendo hacia el mar con una Ginger Ale. Sólo bebía Ginger Ale.
De la nada un amigo salió al balcón y se sentó junto a él.
—¿Por qué te quitaste Davesito?
Dave se quedó pensativo por un momento. Miró a su amigo a los ojos y le dijo:
—Cuando yo surfeaba yo esperaba mucho, siempre me quedaba flotando en la tabla observando el horizonte, aguardando la mejor ola…
Bebió de su Ginger Ale.
—Siempre quería la mejor ola. Siempre. Prefería esperar tres horas por la mejor ola a estar ese tiempo cogiendo olas mierdas. Me decían que era un pendejo, que pasaba mucho tiempo esperando y nunca surfeaba. Me jodían mucho por eso.
Puso su Ginger Ale en la mesa.
—Pero te digo que cuando cogía la ola esa que esperaba, era magia. Me sentía bieeeen cabrón. Era lo mejor.
De repente los ojos se le aguaron.
El amigo se sintió incómodo.
—Pero un día decidí surfear a lo loco. Cogí todas las olas y las surfé y me sentí mal, muy mal. Después de ese día me sentí como mierda.
—¿Y por eso te quitaste? —le preguntó su amigo.
—No —contestó Dave—, me quité porque me di cuenta que necesitaba aprender a escoger.
Ambos miraron al mar.
